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COMO CUIDAR LOS ROSALES
 
Los rosales son una de las plantas más generosas y versátiles en un jardín. Existen gran cantidad de variedades de híbridos de distinto tamaño, hábito y floración, entre ellos Híbridos de Té, Grandifloras, Floribundas, Miniaturas, Arbustivos y Trepadores. En nuestra zona suelen tener períodos de floración muy extensos desde fines de la primavera hasta principios del invierno.
 
Calidad de una planta: Un buen rosal es un rosal injertado de 2/3 años, con injerto bien consolidado con tallos gruesos y jóvenes con buen sistema radicular. Lo que marca la calidad es la “base” de la planta.
 
Sustrato: Tierra negra con agregado de harina de hueso o estiércol estacionado.
 
Ubicación: Bien soleado, cuanto más sol mejor. Con poco sol, suelen crecer muy altos, desgarbados y florecen poco. Mantener limpio de malezas alrededor de la planta.
 
Riego: Requieren mucho riego, sobre todo el primer año después de plantado. Deben ser regados directamente sobre la tierra sin mojar las hojas.
 
Fertilizaciones: Escardillar la tierra una vez al año y agregar compost orgánico, estiércol o harina de hueso. En la primavera abonar con triple 15.
 
Sanidad: Fumigar cada 30 días con insecticida y funguicida sistémicos.
 
Poda de “chupones”: En verano, provienen de la base de la planta, debajo del injerto. Suelen ser verde claro. Retirar la tierra hasta dar con el tallo o la raíz del chupón, dar un tirón y sacarlo por completo.
 
Poda de la flor: Eliminar las flores que ya han envejecido. Cortar oblicuamente inmediatamente arriba de una yema con un vástago de cinco hojas.
 
Poda preventiva: Antes del invierno: recortarlos y si es posible sacarle todas las hojas, ya que estas al permanecer mojadas mucho tiempo durante el invierno suelen incubar los hongos muy difíciles de combatir luego en el verano.
 
Poda definitiva: A finales de agosto, cuando el rosal comienza a brotar. Dejando dos o tres yemas desde el suelo, se debe cortar oblicuamente inmediatamente arriba de una yema sana orientada hacia afuera. Pode los laterales hasta dos o tres yemas de un tallo principal. Elimine tallos viejos, enfermos, dañados o muy finos hasta la base del arbusto o hasta un vástago sano. Los trepadores no deben podarse demasiado, solo para darles forma y eliminar tallos viejos y enmarañados. Al guiarlos hágalo hacia los costados, nunca directamente hacia arriba, así se favorece la floración.

PODA DE UN ROSAL ADULTO 

PODA DE UN ROSAL RECIEN COMPRADO